pienso en Carver y en Moore,
pienso en Luján
pienso en esa presa
de judo
que es una buena poesía,
pienso en el saludo
final que se dan los luchadores
ese gesto de sudor y pieles
enrojecidas
esa disciplina para odiarse
esa constancia
herméticamente abierta,
pienso en Carver en Moore y en Luján
y pienso en el ratón de mi cocina
en mis elecciones sin brillo
en el sopor de mediodía en la
vereda sucia y la sucia
conciencia
pienso en las cosas yertas
sostenidas por la ternura.-