Te irás,
debes saberlo, mortal,
y un día nadie hará el recuento
de ti,
de tu voz y tu silencio.
Tu perdida pena y tu alegría
habrán de ser robadas
de las almas de los hombres
por el lento sucederse
del polvo y de las horas.
Mortal, pájaro breve!
en el amor, que es tu destino
harás tu vuelo
y harás tu nido.
Deja al duro mármol las vanas
intenciones de lo eterno,
y entrégate al sencillo
oficio del amor.
viernes, abril 20, 2007
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1 comentario:
Muy lindo, adrian...
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