miércoles, mayo 23, 2007

Para ese orgullo que te hace sorda.

Alguien debajo del miedo.


Llegará el día
En que no puedas
Correr hacia tu cuerpo,

Llegará el día en que descansen
La huída
Tu lengua y tu sexo,

En que llegues finalmente
Al corazón
En las tenaces venas.

Llegará el día y espero
Que aún haya alguien
Bajo el muro de miedo.

sábado, abril 21, 2007

César.

Sabías César, cuando huías
cuando niño entre los campos
azotados por el fuego?

Sabías, en la dura noche interminable,
en las cavernas con tus tías,
aterido y minúsculo?

Te imagino, oh César!
Te sospecho en el helado
refugio del exilio,

tus ojos y tu espíritu
eclipsados por el fuego
ya seguros de sí mismos.

Te adivino, César, ya seguro
de tus reinas y tus múltiples
enemigos venideros.

Ya sabías, sólo un niño
pequeño junto al fuego,
y ya sabías,

tu futuro y tu final,
tu elección,
tu soledad.

viernes, abril 20, 2007

Te irás

Te irás,
debes saberlo, mortal,
y un día nadie hará el recuento
de ti,
de tu voz y tu silencio.

Tu perdida pena y tu alegría
habrán de ser robadas
de las almas de los hombres
por el lento sucederse
del polvo y de las horas.

Mortal, pájaro breve!
en el amor, que es tu destino
harás tu vuelo
y harás tu nido.

Deja al duro mármol las vanas
intenciones de lo eterno,
y entrégate al sencillo
oficio del amor.

miércoles, abril 18, 2007

Fuí su amante.

(a Konstantin Kavafis.)
-
Fui también su amante,
y fui la noche como otras fueron
sus esposas y su diurna excusa.
-
Fui su voz entre las hebras
delicadas del deseo y las oscuras
tentaciones: fui su puta como él
fue mi hombre
y mi mujer.
-
Fui su amante, también,
como fui su espejo
y su consuelo.

lunes, abril 16, 2007

Estado Nº 3.

Confiar en las ceñidas
razones de la muerte,

Tomar por bienvenidas
la blanca sal y la noche oscura,

Permitirse el olvido de la vida,
aceptar la ceniza y la ceguera,

Tomar el silencio por poesía,
y proyectarse desde su eco
hacia la nada.

miércoles, marzo 14, 2007

Verla (estado número 16)

Morir el motivo del llanto,
aletargarse la risa
hasta el dolor
sordo
de olvidar lo que amamos,

verla sin maquillaje posible
sobre el rostro de un alma
que no puede ocultar;

y estar ahí,
ajenos.

Tristezas en un vaso de papel.

Tristezas en un vaso
de papel,

agua para llevarse las inquietudes
de la esperanza
o el anhelo;

tristezas llenando un vaso
de papel
hasta que ceda.

martes, febrero 27, 2007

Problema -estado Nº 6-

"El amor propio es como el sexo:
nos da muchísimo placer, pero debemos ocultarlo..."



Es un problema que tengo,
traté de arreglarlo en terapia,
pero veo que es parte de mí;

al menos como lo son
mi cara o mis dedos, mis propios dientes
o algunos terceros

(entendí por ejemplo,
que mi madre y mi
novia de séptimo grado
eran la misma persona y que
ambas eran parte de mí,
o algo muy parecido)

sin embargo tengo este problema:

no me cuido.
No me cuido a mí mismo y no hablo
(solo) de tomar alcohol en exceso o
de tener una marcada
afición por ciertas
drogas blandas y no tanto, no,
no estoy hablando
de participar en grescas
callejeras - ya casi, lo juro,
las he dejado del todo!-

no estoy hablando tampoco
de mi eterna afición por la búsqueda exacta
de los poderosos amores
no correspondidos (otra vez
mi madres, mi hermana,
mi novia de séptimo grado,
eso ya lo aclaramos),

otro hábito tan marcado,
mis intentos de suicidio
no cuentan, tampoco
manejar ebrio, hacer
el amor sin protección o
saltar del puente colgante
de la laguna de mi pueblo
desnudos todos
los primeros de enero, no es eso:

es que tengo el poco
saludable hábito
de dejarme olvidado,

en cualquier lado
e insistentemente pese a todo,
todo lo anteriormente expuesto,
tengo el hábito inflexible
de dejarme olvidado
ese mí mismo doliente
que les cuento
y sorprenderme
amándome tanto,
tanto a ese otro yo mismo,
que mi terapeuta se espanta
y mi familia, mis amigos,
mi novia, todos,
todos se ponen nerviosos,

menos este otro
yo mismo,
que les habla,

y no sé cómo hacer
para querer evitarlo.